ANDRÉS SÁNCHEZ MAGRO, el primer Pujanzista

Su curriculum es extenso: juez, escritor, periodista, un gran conocedor del mundo del vino, del libro y la tauromaquia, según algunos medios bon vivant empedernido, y un largo etc.

Para nosotros, además de ser un buen amigo de la bodega, siempre será la persona que acuñó el término “Pujanzista”

Andrés, ¿qué o quién es para tí un Pujanzista?

Es una persona apasionada por el vino, pero sobre todo por la magia y la bendición del terruño. Alguien que piensa que la trazabilidad, más que un reto, es una necesidad histórica y cultural, que entronca con la tradición pero que tiene una radical apuesta por una modernidad exultante, creativa y puramente fresca. Un Pujanzista es todo aquel que ha encontrado en la bendita locura de Carlos San Pedro y sus vinos, la complicidad para seguir entendiendo la vida y afrontando las incertidumbres de la misma.

¿Qué te inspiró para crear el término?

Fue un accidente gozoso, una casualidad, casi un juego del destino cuando hablaban de un vino de la bodega Pujanza en un programa de televisión y tuve la necesidad de enfatizar mi apuesta personal por ese tipo de vinos, por esa auténtica seducción, y sobre todo de entronque con la naturaleza y con una vida muy contemporánea gracias al disfrute de estos vinos.

¿Qué personalidad se le presupone a un Pujanzista?

Básicamente alguien libre. Quien al buscar en el argumentario del vino encuentra alguna de las claves para andar por la vida. Alguien con mucho carácter, con temperamento, y sobre todo con una apertura de miras relevante. Muy libre por encima de todo.

¿Qué le aporta Pujanza a sus seguidores que quizá no encuentran en otros vinos o bodegas?

La sencillez y la naturalidad. Dicen que cada bodeguero imprime carácter a sus vinos, y en este caso el alma, el espíritu, la humildad de un grandísimo bodeguero como Carlos San Pedro, que teniendo todas la posibilidades para la jactancia y la arrogancia, lo único que busca es bebedores a los que se les ilumine la cara cuando beben alguno de sus vinos. Pujanza es una de las bodegas más redondas de nuestro panorama nacional, y por supuesto internacional, pero con el silencioso ruido de las cosas de casa, con esa artesanía tranquila que caracteriza a la bodega.

¿Qué hace diferente a Pujanza?

Pujanza ha ido creando una saga de vinos fundamentales para entender la evolución de los tintos nacionales y de la importancia que tiene la Rioja Alavesa en el panorama internacional, sin olvidar su mítico blanco Añadas Frías tan excepcional que casi merece una leyenda en si mismo. Con esa posición tan central para la evolución del vino que cada añada, cada nueva apuesta de Pujanza, es una aventura apasionante porque no hay palabras, no hay grandilocuencia y lo que hay sobre todo es una rotundidad y una esencia difíciles de encontrar.

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Queremos saber algo más de ti, ¿qué te apasiona?

Me apasionan las cosas más importantes de la vida como son el vino y la literatura. Me apasiona la cultura en la que entiendo entroncado básicamente el vino, pues este tiene una secuencia cultural y un necesario desarrollo gastronómico que a mí me interesa muchísimo. Además, soy un apasionado del teatro, de la tauromaquia y de la gente. Ser apasionado de la gente es ser Pujanzista.

¿Qué escapada firmabas este fin de semana sin pensarlo dos veces?

Laguardia, y tal vez Elciego.

¿Qué es lo que no falta nunca en tu maleta?

Un sacacorchos y un libro.

¿Nos recomiendas un plato o un restaurante?

Os recomiendo un restaurante en Madrid llamado Membibre donde, casi a la manera Pujanzista, una casa de comidas familiar de varias generaciones ahora está protagonizada por dos jóvenes talentosos: uno en cocina y otra en sala y sumillería, que tienen esa calidad y esa calidez del producto de temporada, desde la caza a la seta, pasando por los pescados, y una bodega también inagotable. Y un plato, cualquiera que permita que esté Pujanza Norte en lo alto de la mesa.

¿Y un tipo de vino o región?

Para mí hay cinco zonas de vino fundamentales. Si dejamos la Rioja Alavesa como la primera de ellas, después estarían Jerez, por supuesto Champagne, Borgoña y Piamonte.

Mejor momento para disfrutar de tu vino favorito.

Todos los momentos. No hay uno especial para mi vino favorito. Desde luego es el que me acompaña en cada uno de los instantes de la vida, si entendemos que esta ha de ser plena y lo más profunda posible. El vino es el compañero ideal de viaje.

Un buen consejo o reflexión que te hayan hecho últimamente.

Últimamente me han hecho una reflexión que me apetece compartir, que dice: “a veces se gana, otras simplemente se aprende”.